Cuando hablamos de cabello siempre asociamos temas relacionados con lo estético e incluso aspectos vinculados a la identidad, pero pocas veces pensamos en la industria y mercado que supone el cabello, los usos que pueden derivar de esta y sus connotaciones a nivel local como determinantes de un país o entidad. Menos aún de las posibilidades de sustentabilidad que puede proporcionar un elemento humano-biológico en cuanto a producción material en el campo del diseño. El cabello como objeto ha sido usado en el mundo del arte y la moda, ya sea para generar textiles o para reflexionar en torno a sus componentes ideológicos, pero pocas veces se discute en torno a el como recurso natural de producción.
Hair Highway es un proyecto del estudio de diseño anglo-japones Swine conformado por la arquitecta Azusa Murakami y el artista Alexander Groves, dicho estudio se caracteriza por desarrollar proyectos que brindan una nueva mirada al diseño a partir de elementos que contenidos en el medio (sea desde basura hasta cabello) sirvan como recursos naturales para crear objetos completamente sustentables, empleando diversos soportes que provienen de lo cultural, lo artesanal, los modos de producción y los recursos de una región determinada. Para así vincular al diseño con la capacidad de producción global.
Tomando como referencia a China, el mayor exportador de cabello humano y también uno de los mayores importadores de madera, Studio Swine hizo una investigación de la industria del cabello en la provincia de Shandong, siguiendo el recorrido de las personas que venden pelo, a través, de comerciantes, mercados y fábricas, en esa localidad. Revelando el proceso de intercambio, valor y tradición milenaria que tiene el mercado de cabello no sólo en China, sino a nivel mundial. Tras esta investigación lograron crear un material compuesto – al combinar pelo con una resina natural- que otorga una alternativa sostenible a la producción de objetos, ya sea hechos con madera u otros insumos. Elaborando una colección inspirada en el estilo Deco de Shanghai de los años 30 que va desde vasijas, peines, joyeros, etc. Con una estética cercana a la madera pulida.
Esto toma una especial relevancia si consideramos que el pelo se regenera más rápido que las maderas tropicales, siendo así la recolección y recuperación del cabello podría reducir el impacto sobre las zonas madereras de distintas regiones del mundo, que están acabando con bosques y zonas verdes ante la exigencia mundial de su consumo. Asimismo Hair Highway es una reflexión de las capacidades de los residuos biológicos humanos y una forma diferente de trabajar de la mano con el diseño tanto de objetos utilitarios como de lujo, en donde este se convierte en un medio de investigación de nuevos materiales y herramientas de producción. Pero a su vez también clarifica la relación de China con el resto del mundo, la idea de que el comercio tiene la capacidad no solo de transportar productos, sino también valores, percepciones, formas de vida y tecnologías.
Hair Highway from SWINE on Vimeo.